Esta vez...Escarlatina. Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario ¿O no?

A ver… ¿Por dónde empezar?
Algunos sabéis que el Coco está terminando un tratamiento por haber sido diagnosticada, hace justo ayer una semana, de escarlatina.

Dejo algunas notas sobre la enfermedad:

Es una infección provocada por una bacteria del género Streptococcus, que es capaz de producir una toxina que genera una erupción difusa en la piel, de color carmesí.

Generalmente se asocia con la faringitis estreptocócica causada por Streptococcus pyogenes, si bien la enfermedad puede aparecer tras una infección estreptocócica en otro sitio, tales como heridas cutáneas.

Streptococcus pyogenes, es uno de los patógenos bacterianos de mayor importancia en el ser humano. Este microorganismo es la bacteria que con mayor frecuencia produce faringitis aguda y además es responsable de gran número de infecciones en piel.

No todos los estreptococos generan esta toxina y no todos los niños son sensibles a ella.

El niño puede regresar a la escuela a las 48 horas de iniciado el tratamiento antibiótico. Con medicación no contagia.

Actualmente un tratamiento a tiempo, con el antibiótico adecuado, evita las complicaciones que en otra época, no tan lejana, desencadenaba.
Unas, poco después de manifestarse la enfermedad, como otitis medias, neumonía o sinusitis y otras, de forma tardía, como daños hepáticos o renales (glomerulonefritis) y fiebre reumática.

No es raro encontrar niños con complicaciones por el hecho de no haber finalizado el tratamiento antibiótico de 10 días de duración(Minimísimo 7 días).

No existe vacuna.

Aunque no es habitual, un niño puede padecer varios episodios de escarlatina (ya que son tres serotipos distintos los que producen este tipo de toxina)

Más información aquí. (No he contado con información más fiable que la pescada en la red).


Aparte quería aclarar algún otro detalle:

Porque… ¡Cómo no! (Ironía)
La culpa de todo esto la van a tener los inmigrantes: Podéis comprobarlo hablándolo en la puerta de cualquier colegio o leer algunos de los comentarios que algunos han lucido en esta entrada del blog "Me crecen los enanos".

Pues, para disgusto de algunos (Si se me permite otra pizca de ironía) va a ser que… NO.
Debemos aplicar la presunción de inocencia, también en los que no son de nuestro color.

Aunque la rumorología popular le eche la culpa a la inmigración, se trata de una enfermedad infecciosa, benigna y propia de la infancia, que es autóctona, no importada.

Ahora no soy capaz de encontrar dónde leí que resultaba un misterio el saber por qué resurgían los casos de escarlatina, cuando los casos de faringitis estreptocócica se habían mantenido en su número habitual.

¿Puede ser que, nosotros mismos, estemos cada vez más debilitados?
¿Por lo que comemos? ¿Por lo que respiramos?

¿O del aumento de los casos de alergia, a tan diversos alergenos (Que siempre han estado aquí presentes)... También van a tener la culpa los inmigrantes?

Tampoco es mentira que otras enfermedades puedan viajar (Que no sería el caso de la escarlatina, que por más que no queramos siempre será de la casa) y llegar de nuevas a nuestro país.

Pero no sólo son ellos los que vienen.
Cuando no les quedan más cojones…
No tengáis la duda de que estarían mucho más a gusto en sus casas, cotilleando en su lengua con sus vecinos, rodeados de sus seres queridos, cuidando de esas huertas, aradas donde ya nunca llueve, quizás porque los del otro lado seguimos propulsando el Cambio Climático y fuimos a talar sus bosques cuando quisimos maderas tropicales, buenas y baratas que lucieran en nuestros muebles de jardín.

Se lo he oído a mi padre y tendrá razón: -Consumimos y contaminamos más, cualquiera de nosotros, en una ducha diaria que algunos africanitos en toda una vida-.

Nosotros también viajamos y… con tanto gusto… de poder volver.

¡Claro...! (Lo último irónico ya) ¡Es que como ellos vienen sin vacunar!

Contra la escarlatina también nosotros vamos sin inmunizar.

Recordaré que aquí, en nuestro primer mundo, existen y se aplican gratuitamente vacunas para determinadas enfermedades y muchos las prefieren despreciar.

Por lo visto una enfermedad puede llegar e irse con la gente que se mueve. Pero el que se propague o no, muchas veces, depende de la vacunación.

Y no olvidemos que los que ahora vienen no son, ni mucho menos, los pioneros.
Que de lo primerito primerito fue al revés… desde 1492.

Pero chicos, para que lo vamos a negar... ¡Qué bien vamos rodando en nuestra burbujita!
Que nadie nos venga a molestar. O por lo menos que no lo haga sin pasar cuarentena, sin vacunar y sin algo que aportar(Me quedé sin carteles de "Esto es irónico").
¡Ciudadanos del mundo! No seáis desagradecidos, que es mucha la potra de haber nacido en el suelo donde todavía, a veces, llueve y se nos brindan los derechos y la oportunidad.