Para bien o para mal, por distintas circunstancias, en esta vida me ha tocado algún que otro peregrinar. Ello ha conllevado el tener que despedir, recibir, conocer gente... algunas de estas personas me han concedido el privilegio de considerarse mis amigos... y muchos, aún hoy, siguen siéndolo.
Gracias por estar ahí.

sábado, 26 de marzo de 2011

Yo no conocía a José Manuel Esteve.

Hace ya un mes, hemos viajado hasta Coruña a desembarcar ciertos enseres de uso rorro para amigos especiales que van a ser, en breve, nuevamente papás.
Y además de traernos las pilas cargadas de su generosidad y alegría, la sensación cálida de su casa rural (que no rural), el verde y azul de aquella tierra y aquel mar prendidos en nuestras retinas… Dani nos obsequió con un La Voz de Galicia y su correspondiente dominical, que en mis ratos he ido escudriñando para ir descubriendo interesantes artículos como: 50 años de educación en España, asignaturas pendientes. En el que he descubierto, entre otros datos novedosos para mí, el trabajo realizado por José Manuel Esteve investigador fallecido en mayo del año pasado.

Os transmito literal desde este documento de esta revista XLsemanal:

Se quejaba Esteve: “Hemos memorizado que el cuarzo cristaliza en el sistema hexagonal, tiene brillo vítreo y fractura concoide. Pero si nos sitúan ante una formación rocosa, somos incapaces de distinguirlo. También hemos estudiado largas listas de clasificaciones botánicas, pero somos incapaces de diferenciar el olmo de la encina” Y concluía: “Hace tiempo que descubrí que el objetivo es ser maestro de humanidad. Lo único que de verdad importa es ayudar a tus alumnos a comprenderse a sí mismos y a entender el mundo que los rodea”.

No he dispuesto del tiempo para profundizar en sus lecturas, pero con lo poco que he rascado se me prende una esperanza. Aún sin tener que salirnos del sistema, si todos quisiéramos (maestros, padres y alumnos) se podría hacer de la escuela un lugar cómodo y amenizado para aprender.

Desde mi humilde posición, por ahora, plantearía:

Que se ahorren en fotocopias tantos deberes para casa. Se nota que los niños progresan (en lectura, en cálculo, en conocimientos…) y por mucho mérito propio que me quiera colocar, estoy convencida de que no es por las fichas que sufrimos cada tarde.

Y me gustaría recordar lo innecesario que me resulta tanto libro caro, con cientos de pre-recortables para las manualidades, que anulan la imaginación y la iniciativa de crear. Es que ya… ¡Ni recortar!!

Espero que de Esteve hayan quedado suficientes discípulos en activo, espero que no pierdan la esperanza de que lo que el promulgaba es posible, espero que no se desanimen por la ineptitud política para encauzar los proyectos de enseñanza en este país, espero que no se harten de nosotros, los padres, que somos sabidamente pesados, espero que sean capaces de apañarse con las instalaciones y materiales disponibles que en tantos colegios son claramente limitados, espero que mantengan viva su vocación y sus ganas de enseñar y que dejen de necesitar domar a sus alumnos en clase porque hayamos sido capaces de educar algo mejor en casa.

jueves, 24 de marzo de 2011

¿De religiones?

Es curioso, soy bastante despistada, pero por otro lado me encanta fijarme en ciertos detalles, sobre todo en los grandiosos.

Casi todos los días, los que tengo que ir a trabajar, me paseo unos kilómetros por paisajes que me dejan sentir la intensidad de lo natural.
Aunque al viajar en coche, si lo que veis os gusta, os recomiendo insistentemente, parar, bajar, pisar, respirar, sentir… Es increíble lo que cambia… Aunque sólo nos separen unos centímetros y un cristal.

A veces, cuando consigo que en lo que abarca mi perspectiva no se incorpore nada de lo creado por nosotros, los humanos, pienso en lo hermoso que tuvo que lucir aquel lejano (en el tiempo) Mundo en el que todavía se carecía de todo ello.

Cuando los habitantes del planeta coexistían con más acuerdo, sin necesidad de meterlo todo en absurdos envases desechables, ni de usar corrosivos detergentes, ni de depender de letales combustibles…

No me extraña que veneraran a otros entes que no fueran nuestros Dioses, no me sorprende que quedaran perplejos ante la inmensidad y la influencia de lo que les rodeaba, fenómenos que todavía hoy son fascinantes pero ya poco nos dejamos, por ellos, asombrar.

Las luces del sol cuando roza en el horizonte,
la capacidad de iluminar de una luna llena,
el poderío del viento tormentoso,
la cantidad de estrellas que se pueden distinguir una noche de luna nueva lejos de la ciudad,
el poder ver unos caballos pastando a lo lejos en un inmenso prado que verdea,
la lluvia, la que empapa el corazón,la que limpia el alma,
los rayos, sus truenos, su energía,
las cascadas espumosas,
un arco-iris de "pe a pa",
las nubes melosas,
una estrella fugaz,
los cambios de estación: la fuerza del brote en primavera, el quemar de la tierra en verano, el soplar del viento en otoño volando sus hojas muertas, el agua sólida y gélida como un manto blanco en invierno…

No encuentro, viendo todo esto, la necesidad de crear algún Dios, de tener Fe en lo que no veo (Lo de los quarks también entra con dificultad en mi mollera :-)
Prefiero la compañía del recuerdo de mis muertos, de los que sí estuvieron, los que sí me quisieron y dejaron su legado en mí.

Y no me considero radical, sino agnóstica profunda sin remedio (Quién sabe, quizás algún día…me llegue a convencer).
Por ejemplo, hubiera acompañado a mi esposo al ritual religioso que él hubiera necesitado para nuestra boda (No se dio el caso y fue, apaciblemente, por lo civil); siempre entro en las iglesias cuando soy invitada; respeto enormemente (De corazón. Incluso he llegado a envidiar) al creyente y al practicante que encuentran consuelo en sus pensamientos y con sus acciones y he sido capaz de emocionarme, tanto con algún paso de Semana Santa como acompañando, hasta la Juliana, a los rocieros de Gines en un primer día de Camino.Con Paco, como no.

Mi hija mayor asiste a clases de religión en el colegio (Resulta que es su asignatura preferida. Después de Educación Física –cuando no les mandan escribir fichas- … En E.F. también...) ya comienza a plantearse alguna duda. Prefiero sólo responder a preguntas concretas. Le digo que Dios existe si ella cree en él.

Siempre existirá, siempre que alguien sea capaz de mantener su Fe.

Y si llega el día y desea tomar su Primera Comunión, por mi parte no será negada, siempre y cuando no sea obligado que la tome también su madre, que por ahora nunca comulgó (en mi casa, de niña, cada uno eligió su opción). Ni sea evidente que su único interés sea la fiesta y los regalos… Que lo mejor sería que no fueran necesarios ni anhelados.

Aún con estos antecedentes, hay quien ha confiado en mí como Madrina y tengo dos ahijados como dos soles, a los que acompañaré siempre, en todas las etapas místicas que ellos decidan transitar. Puede que hasta con regalo incluido…Bueeeeno.

Cristina, será amor de Madrina…es preciosa, sagaz y lozana. Ahora en abril cumplirá seis años, Julia es tan sólo seis meses mayor que ella, pero como nacieron en diferentes años van a cursos distintos ¡Por poco! Sus padres fueron compañeros nuestros, de dichas y desventuras, en años estudiantes y para siempre grandes amigos. Su mamá además es un Solete, de los de verdad, de los que iluminan la vida de los que la rodean, nos cuida, nos mima y nos une… Y si ella no se lo propone… no hay manera, comprobado.


Alejandro, es mi tocayo y es un amor, entrañable es la definición. Con sus tres años recién cumplidos (él es diez meses mayor que Luisa, pero ellos si que sobrellevarán el mismo curso) dobla la ropita y los calcetines cuando su madre se los olvida en la mesa del salón. ¡Un día aparezco allí y me lo como!

Y queda una duda existencial en mi cabeza…¿Cuándo seré capaz de escribir algo sin enrollarme tanto?

domingo, 13 de marzo de 2011

Ameyal.

Ha nacido, en las cercanías de Madrid, una nueva princesa.

Sus padres han elegido un precioso nombre que no dejaremos de repetir muequeando, ante la extrañeza del oírlo por primera vez, los habitantes de éste, mal llamado, viejo continente. Porque ella lleva en su sangre raíces de un México lejano, que quizás su mamá añore ahora más que nunca. Porque además se enfrenta a su recién estrenada maternidad sin uno de nuestros puntales más importantes. Sin el apoyo, que hubiera sido incondicional, de su propia madre. Sabiendo que aquella abuela no volará para conocer a su bebé, porque ha viajado a desde donde la vigilará y cuidará siempre con la máxima ternura. Está en el lugar del que ya no faltará nunca, en los corazones de quienes la conocieron y quisieron, para siempre.

Su papá es un gran amigo mío, al que siempre admiraré por su rebeldía, por defender fiel sus ideas, por ser especial, por saber aceptar que soy distinta y quererme aunque casi nunca discuta con él. De todos modos siempre será mi discutón preferido, al que hace tiempo que no veo. Ya voy echando de menos alguna cuestión, de esas infinitas, con el discutón que siempre tengo en casa. Ese desafortunado accidente nos privó de vuestra deseada visita, robándonos también la posibilidad de achuchar a esa Sandra tripilla.

Jorge, eres un padrazo, desde que te conocí en la facultad, sin tener aún plan familiar ninguno. Siempre hablabas de tu hermana pequeña con un cariño ejemplar, de su larga melena y de cómo la peinabas. Ahora vuelves a tener la pureza de un niño en tu casa, sé que lo disfrutarás mucho.

Veréis como hay imágenes cotidianas y fugaces que intentaréis retener en vuestra memoria por siempre y aún así se evaporarán con los días sin remedio, veréis como los momentos embrollados y de cansancio os parecerán eternos para luego daros cuenta de que fueron, si cabe, más fugaces que los placenteros, veréis como cada día podrá ser mejor al anterior aún cuando pensabais que eso sería ya imposible, veréis como sacáis fuerzas de flaqueza y que vuestro instinto es más poderoso de lo que imaginabais.

Tengo una amiga que escribe un precioso blog, que es luchadora como tú y que hace ya algún tiempo publicó una entrada que me gusta releer. Con su permiso os la dedico, a vosotros y a todos los papás recientes, sea su primera o su enésima paternidad:


¿Seguro que no nos conocemos de algo...?


Cuando saquéis un ratillo (ya sé que ahora no es lo más fácil) no dejéis de leerlo, comentarios incluidos.

Y voy a aprovechar para presentaros a esos otros amigos, que aunque se localicen físicamente en Salamanca tienen unos corazones tales... con capacidad de escuchar y ayudar más allá de estas fronteras. No dudéis en exponer vuestras dudas en este foro:

Leche Mágica.

De todos modos, nos vemos pronto... y os llevo el libro.

sábado, 5 de marzo de 2011

Otra vez Sonieta.

No recuerdo porque dejamos de asistir a aquellas clases de sevillanas, a mí me gustaban.

Ayer, cuando volvía de la Granja, de viernes, contenta, escuché la canción Gracias a la vida en una versión flamenquilla y recordando nuestros (los que fueron pocos) bailes, me eché a llorar, esas cosas que me pasan… de la risa al llanto como de cero a cien…otra vez.

Y es que te quiero especial, nos unen sensaciones que sé que sólo tú y yo vivimos.
Recuerdo cuando te conocí, me pareciste lo que luego confirmé: aquella loquilla, una brujita buena, rebelde, un duende perdido, una ventisca en un día de sol, una persona amable y risueña.
Con aquel abrigo de pelos largos en la solapa que, si no recuerdo mal, violeteaban.
Mi estupor cuando Alfonso nos enseñaba ilusionado aquella casa, que alquiló a Generoso y vuestro empeño en arreglarla, hasta que de un golpe de escoba acabaste por derribar el marco de la puerta que horadaba la carcoma ¡Hasta aquí hemos llegado!
Esa casa hoy está literalmente en ruinas, vallada la acera para que no se le caiga encima a quien por allí pasee.
Nunca jamás alguien la habitó, todo quedó en aquel conato vuestro por restaurarla.

Recuerdo tantas risas. Tantas. Al relatar tus aventuras:
Con la vespino repartiendo pizzas (cuando representabas como la tuviste que soltar tras aquel autobús de la E.M.T. que daba despistado marcha atrás).
Aquel pajarillo que disecó tu padre (¿Andresín?) para que no le echarais de menos en la familia.

Alfonso contaba que le conquistaste empezando por ahí, por tu forma de transmitir alegría, de conseguir hacer reír, de sacar el mejor partido hasta de los momentos amargos. Y, por supuesto, no por los ricos platos que cocinabas. ¡Lástima de aquella incursión en la sana dieta mediterránea! Aquella crema de verduras estaba realmente incomestible, incluso regresando hambrientos de tantas horas de trabajo.

Siempre me sorprendías, con tus increíbles ocurrencias, tu rapidez mental es desorbitada (como la de Paqui, toda la que me falta, yo siempre con mis tendríaquehaberledicho)
En la Covatilla, aquel día de vendaval… casi hasta yo me creí que tenías dos hijos pequeños esperándote en Bejar y que era urgente la devolución del dinero para poder regresar a darles de comer.

He seguido mi camino a casa y he seguido llorando, por sentir una imperiosa necesidad de abrazarte, por darme cuenta de cuanto te echo de menos, por darme cuenta de la belleza de la vida, de lo cotidiano, de la increíble capacidad humana de continuar, de tirar pa´lante, de que no seríamos capaces de prolongar tanto miedo, el de pensar en que todo puede cambiar en un pestañeo. Al cerrar y volver a abrir los ojos.

He llorado hasta por lo que no tendría importancia, por no haberme maquillado para tu boda (porque a menudo se me distorsiona el tiempo y lo resto siempre del mio), por llegar tarde, porque realmente ese día me importaba, me importaba tanto estar con vosotros, veros, oleros, oiros, tocaros…

Soy feliz cuando lo siento en ti y esa felicidad es compartida, por tantos...que te adoramos. Y sé que se cuela por el resquicio de la puerta, que alguien dejó entreabierta al marcharse precipitadamente de aquí. Y él se alegra porque te dejó la capacidad de seguir amando, porque Carlos te cuida y Mario le devuelve siempre la sonrisa.

Y era tanta la conexión que, a veces, cuando preguntan a quién se parece Julia, no se me hace raro pensar: ¡Pues a su tía Sonia! Con sus ojos azules, sus tímidas pequitas y su sonrisa ladeada. No es raro que aquella misma tarde del 29 de diciembre de 2003, en cuanto conté los días en el calendario y temí que había sido engendrada, nos vistiésemos con prisa para bajar, con vosotros, a apurar los últimos pinchos que Luis nos servía en el Alejo.

Así os retrató Julia:



Y Así la fotografió Yaiza ... o Eva: