Para bien o para mal, por distintas circunstancias, en esta vida me ha tocado algún que otro peregrinar. Ello ha conllevado el tener que despedir, recibir, conocer gente... algunas de estas personas me han concedido el privilegio de considerarse mis amigos... y muchos, aún hoy, siguen siéndolo.
Gracias por estar ahí.

sábado, 17 de diciembre de 2011

¿Qué veinte años no es nada...?

Hace 20 años y unas semanas, con mi habitual puntualidad británica, me presenté en la secretaría de la facultad de veterinaria de la Complutense con mis ya casi gastados 17 añitos.
Contestaron:
-¿Qué dónde se imparten las clases de primero? En el aulario A. ¡Empezaron hace una semana!!!-

Los grupillos estaban formados, claro, y yo... más bien colgada.

Pero, entre los primeros que conocí, en la última fila junto a Guillermo, Dani y el Diablillo, se sentaba Jordi.
Al fondo, mezclados con aquellos repetidores que me convencieron de que era imposible aprobar la biología de Tomás Pérez a la primera. Tanto susto tenía yo (y tan pocas ganas de estudiar) que tardé en presentarme a ese examen tres años, para sacar un notable a la primera. Si no hay nada peor que dejarse pisar la moral.

¿La primera impresión?
Con su pendiente de aro, su peinado, su jersey de rayas...
Santiago Auserón, total. Y a mí Radio Futura… No, no era lo que yo escuchaba.

Dio igual, a los pocos días estaba rendida.
Su forma de entablar amistad (de Jordi me enamoré yo, mis compañeros, mis amigos, mi familia, la antipática Nube...),
Sus apuntes prolijos y ordenados (¡cuantas clases me maté a tomar apuntes para luego no entender ni papa de lo que, yo misma, había copiado!…-¿Podría fotocopiar tus apuntes?-),
sus caricaturas de todo y todos (¡Esto lo tendríais que ver!, ¡Sole, lo montamos?),
sus ojos almendrados, su mirada,
su boca, su hablar,
su tolerancia,
y compresión con mis múltiples discorduras...
También me tocó sufrir (porque había pretendiente más lanzada)...hasta que llegó el día de mi cumpleaños. El viento sopló a mi favor.

El 17 de diciembre de 1991 cumplía yo 18 años. Y quedamos casi todos los que luego fuimos pandilla hasta el infinito y más allá.

Verónica también vino, me trajo un bonito libro dedicado (que, por supuesto aún con el uso que le dan las peques, tengo bien conservado) y algunos consejos que en aquel momento no dejaron de ser sabios.
Mabel también sabe de la importancia de haberme sabido escuchar.

Aquella misma noche él me llevó a la estación para no perder el último tren.
Sentados en una de las escaleras que bajan a los andenes de Chamartín, el compromiso quedó, sin aún saberlo ni nosotros mismos, sellado.Un primer beso nunca es olvidado.


Hemos vivido tanto…aunque 20 años no sean nada. Darían para otros 20 escribiendo.

Principalmente este tiempo ha ido apuntalando nuestros sueños compartidos. Los gordos, los importantes de verdad, los que es muy probable que estén todavía por llegar.

Y sí, he llegado a pensar que amar significa no salir corriendo cuando a uno le entran ganas.
Pero hay un brazo de la balanza que cada día abolla el suelo.
En donde pende esa pureza que sabe que, ni aún viviendo mil vidas más, ni buscando en mil rincones, hallaría mortal que me fuera más afín.
Jordi, aunque mi carácter sea gruñón y empeore por momentos, vivir a tu lado sólo puede hacerme feliz.
He encontrado esta canción en la radio para ti.


Y esta de Coque Malla, cuyo estribillo a veces canturreas, también hoy te la regalo.

¿Te he dicho que te quiero?



Gracias cuñado ¡Qué chinorris eras cuando te conocí!

8 comentarios:

  1. ¡Que bonito Ale! has echo que mis ojos se mojen, por no decir que casi estoy llorando, aunque es de leer cosas que me llegan dentro porque yo ultimamente tampoco estoy muy fuerte que se diga, pero es la vida ¿verdad? a veces tocan cosas buenas y otras hay que aguantar, un besito y me ha encantado.

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  2. veinte años han sido mucho y bueno. Gracias Alejandra. Te quiero.

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  3. Fuiste a la facultad de veterinaria de la Complutense de paseo, ja ja ja, porque estudiar, lo que se dice estudiar, ni un palo al agua. Besos y abrazos

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  4. No digas eso Santi...aunque tengas razón.
    Algún esfuerzo y alguna noche sin dormir me ha costado licenciarme :D
    Un beso.

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  5. Me encanta esa foto de pipiolos que guardo siempre en mi recuerdo!! jajajaja.

    Cuanto tiempo compartido chicos, que de cosas buenas y malas. Lo mejor que estéis juntos os merecéis el uno al otro!
    Me siento muy afortunada de teneros.

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  6. ¡Qué bueno! Ayer pensaba enseñarte... en casa de los abuelos pero claro... el tiempo fue tan compartido...¡Eres grande, pequeña!
    Hay nueva entrada del cumple de Luisa y te he puesto contestación al mensaje de ayer del móvil, no creas que no lo leí.

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