Para bien o para mal, por distintas circunstancias, en esta vida me ha tocado algún que otro peregrinar. Ello ha conllevado el tener que despedir, recibir, conocer gente... algunas de estas personas me han concedido el privilegio de considerarse mis amigos... y muchos, aún hoy, siguen siéndolo.
Gracias por estar ahí.

sábado, 9 de enero de 2010

Menos mal que parece que va cambiando el cuento...

Luisa ya cumplió un año, y unos días antes, definitivamente, hemos desmontado la cuna, esa que llevábamos doce meses sin usar y ocupaba gran espacio en nuestra habitación. Y no es porque a la pobre Luisa la pongamos a dormir en el suelo, no. Es que duerme junto a nosotros, cada noche, siempre.
Ha sido una historia relativamente diferente a la de Julia, que ya cumplió los 5 años. Desde el hospital: las dos nacieron en el mismo sitio... pero con más de 4 años de diferencia y el cuento había cambiado mucho, creo yo que para bien. Julia nació una madrugada, nos tuvieron las tres primeras horas separadas, es que por lo visto las madres, así, se tenían que "recuperar"... pero yo la oía llorar tan cerca... y en una de las pocas veces que alguien vino a verme (nadie conocido , claro) yo pregunté tímidamente: "¿dónde está mi bebé?" y me contestaron: "está en la lámpara, al calor..." y yo:"aaaah" (pues que pregunta más tonta la mía ¿dónde mejor podría estar? hay que joderse...yo siempre confiando en los profesionales... que para eso hay unos estudios y unos títulos...digo yo...todavía hoy, casi me dan ganas de llorar)
Cuando por fin me la trajeron , me la puse al pecho, yo solita, y afortunadamente se agarró, menos mal que era un buen bebé de más de tres kilos y medio y no le faltaron fuerzas ni ganas para , por fin,tomar sus calostros. Subimos en el ascensor hasta la habitación así: "chup, chup".
Y se durmió profunda (pero, eso sí, enseguida vino la enfermera a arrebatármela literalmente de la cama mientras casi gritaba, tan convencida la tía:"esta niña donde mejor está es en su cuna" y allí mismo la metió, sin más, delante de mis narices...¿cómo lo pude permitir? hasta casi la noche siguiente que, por cierto, fue todo un tormento (pobre Jordi también): No paró de llorar ( la enfermera vino como 5 veces y nosotros no la habíamos llamado ninguna), yo tan tonta, que ahora me siento tan tonta... (deberíamos leer, MUCHO. Pero sobre todo deberíamos leer ANTES,y no precisamente las revistas que suelen poner en la canastilla). Nos dieron un biberón con suero glucosado y absolutamente NADIE en el hospital nos habló de la lactancia materna y, mucho menos, de su buena instauración. Al día siguiente el dichoso biberón de suero se me cayó al suelo, y yo desesperademente (claro) pedí otro nuevo... pero otra enfermera con delicadeza cero me espachurró una teta y salió un chorretón... "pero qué suero, ni que suero... con la leche que hay aquí... esta niña ¡a la teta!" Y así fue como poco a poco se me iban encendiendo las bombillitas.
Para remate lo primero que se me ocurre leer es el "Duérmete niño" famoso libro del que todo el mundo hablaba y pocas de sus palabras me parecieron muy lógicas, por no decir ninguna. Poco después, mi tía Mónica (que había tenido a su primer hijo tres meses antes que yo, apaciblemente en su propia casa) me recomendó otro libro: "Bésame mucho" y este fue el primer hilo del que yo empecé a tirar y tirar... y se me fueron encendiendo más bombillas. No recuerdo cuando fue que hablé con mi prima Macu... pero ella me habló de la postura "barriga con barriga"... y me hizo un rápido resumen inicial. Gracias Macu, por ésta y por otras... no me olvido.La pena es haberlas tenido tan lejos a las dos.
Así que por aquel entonces...ni siquiera tuve la oportunidad, o yo no me la supe buscar, de tener un grupo de apoyo ( que de todo se aprende y para ésta, mi segunda lactancia no me podía faltar : Gracias a tod@s los que han hecho posible la existencia de "Leche Mágica". Gracias ;D ) Y por aquel entonces me tocó mucho "lidiar" con el pediatra y con su báscula ( pero esa es una laaaarga historia, la dejaré para otro día) y me tocó algo "lidiar" en casa a cuenta del colecho (con Luisa ya los tenía a todos más convencidos, sobre todo, yo misma estaba más convencida), el caso es que a Julia la metía en la cama, sin ningún remordimiento, cuando a ella o a mí nos apetecía y puede que acabara hartita porque, es ahora, que casi nunca se quiere venir con nosotros , ni siquiera desde que tiene a esta "garrapata" por hermana y le podría dar "pelusa" ¿no?
Ella se duerme solita en su cuarto y en su cama. Si es verdad que con Julia, poco a poco, fuimos usando la cuna... y con Luisa no, quizás esta vez me salga el "tiro por la culata". Pero, es que estamos tan a gustito así que creo que me voy a arriesgar ¡Hala! Ya os contaré, que con Luisa muchas cosas han cambiado, desde el propio hospital.
Y como las madres nos ponemos muy pesaditas ... podría seguir escribiendo muuuuucho más, pero no, creo que ya basta por hoy. Será mejor por partes...

4 comentarios:

  1. Yo preferiria tener la sensacion que me han arrebatado a mi hija de la cama, que tener la sensacion de que me la arrancaron de mi cuerpo antes de tiempo, antes de que le tocara salir a este mundo.... y encima tener una cicatriz en tu piel que te lo recuerda toda la vida... para que no se te olvide.... en fin... sabes que este tema da para mucho...

    Feliz año a los cuatro.... besos

    ResponderEliminar
  2. Lo sé Sole, cuando pienso en los partos, en las lactancias, en las crianzas... me vienen a la cabeza muchas atrocidades que se cometen contra bebés y madres, que me parecen doblemente atroces cuando hubiera sido tan sencillo evitarlas...
    Y algunas veces os ha tocado vivirlas a vosotras, mis amigas. Pero cuando veas esa cicatriz en tu barriga luego mira a esa hija que tenéis que es un "pedaso" de sol (aunque a veces la tape un "nublao" :DD )y no me digas lo contrario que para eso es nuestra ahijada y voy y te muerdo. Mil besos.

    ResponderEliminar
  3. No me puedo creer (bueno, sí puedo, claro) que hace cinco años te quitaran a la niña para ponerla debajo de una lámpara de calor... sin palabras.

    Cinco años, no cincuenta... qué fuerte.
    Debemos estar viviendo en Villa Troglodita, y con esto sé que ofendo gravemente a nuestros ancestros de aquella época.

    Y qué suerte tener a alguien tan cercano con una experiencia de parto en casa...

    En otro orden de cosas,además debo decirte que tú también eres mi inspiración, como podrás ver ;)

    Nos vemos mañana?

    ResponderEliminar
  4. Jo, mañana será complicado. Con este tiempo... y a esta distancia. Además todavía estamos aterrizando de las vacaciones y estoy de zafarrancho a ver si ordeno algo y conseguimos que esto vaya tomando color. Ya me contaréis.

    ResponderEliminar

Me interesa tu opinión. Por faaaaaa... Deja tu comentario: