Si alguien sabe hacerte mantener los pies anclados al suelo para poder sentir esa seguridad que otorgan las raíces bien tratadas, y a la vez te hace ver que tienes alas para, cuando quieras, poder volar y te anima a usarlas, ¡con ese alguien sí que es!
Y han pasado más de 30 años.
Sola debería ser suficiente, pero contigo soy mil veces más.
Que no te falte la paciencia, que a mí no me van a faltar las locuras transitorias o duraderas.
No te puedo querer más.