He recopilado algún indicio de que, tal vez, no lo esté haciendo yo tan mal, como madre digo.
Aunque reconozco que alguna vez me paso con el "adiestramiento" de mis hijas, a todos nos gusta tener a los hijos "bien" educados y sobre todo nos "engorda" que nos feliciten por ello los demás ¿Verdad Caro? En el fondo me acojona que pueda llegar a ser una "buena chica". Quizás triunfen las arpías con más comodidad.
Pues ésta debería ser una de nuestras últimas metas.
Me doy cuenta de que, en realidad, lo que verdaderamente me enorgullece, lo que me reconforta y me salpica de momentos de felicidad son otras cosas. Os voy a comentar tan sólo dos, de muestra sirve un botón.
Un día de la semana pasada, fui a recoger a la enana a la guardería con Julia y de vuelta a casa, les pongo la radio porque a Julia, ahora, le gusta Paulina Rubio, Shakira y tal... sobre todo la canción del Mundial, claro. El caso es que por allí graznaba el David Bisbal con su canción para la misma ocasión futbolística.
-"Eschucha Julia, esta canción también es del Mundial, a ver si te gusta"-
El tiempo imprescindible la oyó sin hablar (si que le gustó), pero en breve resolvió:-" Pues yo Mamá, de mayor quiero cantar una canción de Mundial"- (de vez en cuando le da por decir que quiere ser cantante, cuando no ingeniera -quiere inventar robots- o paleontóloga-porque también quiere coleccionar huesos-)
-"Pero Julia, los Mundiales sólo son cada cuatro años..."-
-"Pues mejor"- me replicó -"Así tengo muchas más vacaciones"-
¡Qué bueno! Pensé en mi "inocente" mente adulta que ella lo decidía por poder sacar un disco y forrarse fácilmente a la primera.
Espero que no cambie nunca esa mentalidad y que no dirija sus pasos, en su lejano futuro profesional, simple y llanamente para ganar dinero y más dinero.
Pero ahora os voy a contar la mejor. La semana pasaba han sido las ferias por aquí y en uno de los paseos que nos dimos cacharritos arriba , cacharritos abajo, nos cruzamos con una profe de Julia que tiene una bebé de la edad de Luisa. Ella también paseaba por allí con su hija y su marido. Nos contó que irían a casa a cenar y a dormir a la nena: -"Claro, como la peque sólo se duerme conmigo al pecho... pues eso que me toca y tan felices."-
Esbocé una amplia y cómplice sonrisa -"Te entiendo, nosotros también...hasta que los cuerpos aguanten... ya lo echaremos de menos."-
La dos tan naturales... como si hablaramos de cómo preparar un biberón ;) Como si el resto del mundo nos comprendiera, de repente, tanto como yo me identificaba con ella y ella conmigo, como si lo normal fuera lo nuestro. Lo más sorprendente fue que ninguno nos sorprendimos. Muchas me comprenderéis sin tener que explicaros más detalles.
Ya de camino a casa, conducía Jordi, yo atrás con Julia a un lado y Luisa al otro (que todavía tenemos truco para dar la teta en el coche... y sin salirnos ninguna de las medidas de seguridad ¡Toma ya!)
Le comenté a Jordi, así en plan paraentendernosrápido -"No sabía que esta chica era de los nuestros... ves, nunca sabes. Hace ilusión encontrarnos ¿no?"-
Julia se entrometió en la conversación (ya sabéis que, a veces, el entrenamiento falla)
-"Pues yo de mayor también quiero tener una familia como ésta"-
-"¿Cómo cúal, Cariño?"-
-"Como la nuestra."-
-"Pero si ya la tienes, aquí estamos."-
-"No Mamá, digo que quiero tener una hija mayor, como tú me tienes a mí y una bebé que tome teta como Luisa."-
La charla siguió hasta que aparcamos, pero... que más os puedo decir. Esto concentra mucho para mí, espero que ciertos valores queden encapsulados en los corazones de mis hijas para que afloren, en su momento, cuando más los necesiten.
Sé que el camino es largo y que, rondando los quince años, vivirán el lapsus por el que hemos pasado tod@s. ¡Y... qué cojones... que lo disfruten!
"disfruten" y "cojones" no son dos palabras que puedan estar juntas cuando hables de mis hijas. Todavía no estoy preparado...
ResponderEliminarTienes toda la razón...si nosotros mismos no valoramos positivamente lo que creemos que estamos haciendo bien, nos perdemos un poco en el camino. Estoy con vos.
Ay, algún indicio... pero si los tienes que tener todos, preciosa: qué suerte tenerte como madre! :)
ResponderEliminarEncontrarse con 'uno de los nuestros' es una experiencia muy gratificante. A mi, desgraciadamente, sólo me pasó cuando os conocí a las de la asociación. Tengo pocos conocidos en Salamanca, y de los pocos que tengo, nuestros estilos de crianza no se pueden parecer menos. La teta es poco menos que un estorbo, y para el próximo, biberón desde el principio! ¿Brazos? Nononono, a ver para qué se inventaron los cochecitos, de eso nada, que se 'acostumbran'. ¿Dormir con tu hijo en la misma cama/haitación sine die? Menuda aberración, de eso ni hablar...Así que de normal no tengo con quien comentar nada acerca de estos temas.
Es un arte que tarda tiempo en verse los resultados, pero yo también estoy segura de que las semillas que sembramos darán sus frutos el día de mañana :) a ti te dice Julia que quiere una familia 'como la vuestra'. A mi, mi Julia me ha dicho que le encantaria poder parir en casa, entre otras 'perlas' :))))))
Y sí, dale al "entrenamiento" el valor relativo que tiene que tener. ¿Ves? Julia se 'entrometió' en una conversación entre adultos para contribuir con algo valioso. Como intentan todos muchas veces, aunque les despidamos con que lo que dicen son tonterías :) enseñarles a respetar unos turnos para hablar, o a que no pisen lo que está diciendo otro me parece bien; pero decirles que no se interrumpe cuando hablan los adultos, no :)
Y lo diría "peor":
ResponderEliminar¡Ojalá, lo disfruten de cojones! ;DDDDDDD
A veces nuestra labor no es sólo poner los límites, todavía es más difícil, nuestra labor se tansforma en poder inculcar el que ellas misma se sepan limitar cuando hayan crecido y se vean sin nuestra red de seguridad abajo. De todos modos... al final todos retornamos bajo las alas de quien nos enseñó a volar. Tendremos que desarrollar la misma paciencia que tuvieron ellos con nosotros.
Ay Caro!! Qué difícil a veces... no quiero ni pensar en los 15...ya me contarás de tu Julia... tenemos que hablar. Lo mismo nos podemos ver el martes, ya te llamo.
ResponderEliminaryo ya lo tengo cada vez más cerca (digo lo de los 15). Se me han pasado volando todos estos años. Un suspiro,diría yo. Pero estoy super satisfecha con lo que mis chicos son. un casi adolescente sensible, cariñoso (todavía me da besos cuando me ve, aun estando con sus amigos), reflexivo, con sentido del humor, listo...otro, el niño ideal para una madre(un poco edipillo ) Tú Ale ya los conoces.
ResponderEliminarSer madre es complicado pero yo solo recomiendo sentido común que como suele decirse es el menos común de los sentidos y muchisimo amor. Ellos te compensarán aunque pasen por etapas más o menos difíciles.
tus niñas, dos soles que están aprendiendo a hacerse su hueco en el mundo.
Pues sí, esa suerte tengo de conocerlos y disfrutarlos. Y da gusto ver a Julia con Jose , ayer hasta "jugaron" al ajedrez (el de la Guerra de las Galaxias) y luego, ellos solitos, lo guardaron todo, me imagino que por su propio bien... estaba Coco-rayo acechando ¡Qué miedo!!!
ResponderEliminarHola Alejandra. Con tu permiso me llevo esta entrada al resumen semanal que hacemos en Bebés y más.
ResponderEliminarEntiendo ese momento porque también a nosotros nos ha pasado eso de encontrar a gente que piensa como tú, que suele ser diferente a la mayoría...
Otra de "los nuestros"!!! :-) jejeje...
ResponderEliminarEstoy intentando completar (nunca se completará, todos los días descubro alguno nuevo) mi lista de la red de "blogs que empoderan y hacen crecer"!!! Me faltabas tú!!! :-)
Besos a todos, veo por aquí a mi gran amiga Caro y a Armando, saludos a todos!!!
Besotes!!
Me parece bien Armando. ¿Qué mejor destino para las palabras que llegar a ser más compartidas?
ResponderEliminarHola Ile, pues tú para mí eres ya conocida (Armando también), precisamente a través de La Mamá de Mateo. Gracias por vuestra visita y por aportarme tanto. Nos leemos.