Para bien o para mal, por distintas circunstancias, en esta vida me ha tocado algún que otro peregrinar. Ello ha conllevado el tener que despedir, recibir, conocer gente... algunas de estas personas me han concedido el privilegio de considerarse mis amigos... y muchos, aún hoy, siguen siéndolo.
Gracias por estar ahí.

sábado, 5 de marzo de 2011

Otra vez Sonieta.

No recuerdo porque dejamos de asistir a aquellas clases de sevillanas, a mí me gustaban.

Ayer, cuando volvía de la Granja, de viernes, contenta, escuché la canción Gracias a la vida en una versión flamenquilla y recordando nuestros (los que fueron pocos) bailes, me eché a llorar, esas cosas que me pasan… de la risa al llanto como de cero a cien…otra vez.

Y es que te quiero especial, nos unen sensaciones que sé que sólo tú y yo vivimos.
Recuerdo cuando te conocí, me pareciste lo que luego confirmé: aquella loquilla, una brujita buena, rebelde, un duende perdido, una ventisca en un día de sol, una persona amable y risueña.
Con aquel abrigo de pelos largos en la solapa que, si no recuerdo mal, violeteaban.
Mi estupor cuando Alfonso nos enseñaba ilusionado aquella casa, que alquiló a Generoso y vuestro empeño en arreglarla, hasta que de un golpe de escoba acabaste por derribar el marco de la puerta que horadaba la carcoma ¡Hasta aquí hemos llegado!
Esa casa hoy está literalmente en ruinas, vallada la acera para que no se le caiga encima a quien por allí pasee.
Nunca jamás alguien la habitó, todo quedó en aquel conato vuestro por restaurarla.

Recuerdo tantas risas. Tantas. Al relatar tus aventuras:
Con la vespino repartiendo pizzas (cuando representabas como la tuviste que soltar tras aquel autobús de la E.M.T. que daba despistado marcha atrás).
Aquel pajarillo que disecó tu padre (¿Andresín?) para que no le echarais de menos en la familia.

Alfonso contaba que le conquistaste empezando por ahí, por tu forma de transmitir alegría, de conseguir hacer reír, de sacar el mejor partido hasta de los momentos amargos. Y, por supuesto, no por los ricos platos que cocinabas. ¡Lástima de aquella incursión en la sana dieta mediterránea! Aquella crema de verduras estaba realmente incomestible, incluso regresando hambrientos de tantas horas de trabajo.

Siempre me sorprendías, con tus increíbles ocurrencias, tu rapidez mental es desorbitada (como la de Paqui, toda la que me falta, yo siempre con mis tendríaquehaberledicho)
En la Covatilla, aquel día de vendaval… casi hasta yo me creí que tenías dos hijos pequeños esperándote en Bejar y que era urgente la devolución del dinero para poder regresar a darles de comer.

He seguido mi camino a casa y he seguido llorando, por sentir una imperiosa necesidad de abrazarte, por darme cuenta de cuanto te echo de menos, por darme cuenta de la belleza de la vida, de lo cotidiano, de la increíble capacidad humana de continuar, de tirar pa´lante, de que no seríamos capaces de prolongar tanto miedo, el de pensar en que todo puede cambiar en un pestañeo. Al cerrar y volver a abrir los ojos.

He llorado hasta por lo que no tendría importancia, por no haberme maquillado para tu boda (porque a menudo se me distorsiona el tiempo y lo resto siempre del mio), por llegar tarde, porque realmente ese día me importaba, me importaba tanto estar con vosotros, veros, oleros, oiros, tocaros…

Soy feliz cuando lo siento en ti y esa felicidad es compartida, por tantos...que te adoramos. Y sé que se cuela por el resquicio de la puerta, que alguien dejó entreabierta al marcharse precipitadamente de aquí. Y él se alegra porque te dejó la capacidad de seguir amando, porque Carlos te cuida y Mario le devuelve siempre la sonrisa.

Y era tanta la conexión que, a veces, cuando preguntan a quién se parece Julia, no se me hace raro pensar: ¡Pues a su tía Sonia! Con sus ojos azules, sus tímidas pequitas y su sonrisa ladeada. No es raro que aquella misma tarde del 29 de diciembre de 2003, en cuanto conté los días en el calendario y temí que había sido engendrada, nos vistiésemos con prisa para bajar, con vosotros, a apurar los últimos pinchos que Luis nos servía en el Alejo.

Así os retrató Julia:



Y Así la fotografió Yaiza ... o Eva:

8 comentarios:

  1. Mi rápidez mental se quedó allí... tan solo me sale decirte ahora mismo "Te quiero un montón"...
    aunque siempre te leo en el trabajo y haces que me oculte tras el monitor!!

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  2. ¡Yuuuuujuuuuuuu!!!!! ¡¡¡¡Un comentario de Sonieta!!!!
    Tu rapidez mental sigue en tu cabeza, seguro. "Quien tuvo, retuvo". Aunque ciertas conexiones neuronales parecen oxidarse.. otras se van activando y compensamos :P Espero...

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  3. Qué bonito, Ale!!! Te leo con lágrimas en los ojos y una sonrisa. Gracias por poner palabras al sentimiento que muchos tenemos hacia una persona estupenda y generosa hasta lo increible en la amistad. He viajado años atrás leyendo, recordando esas anécdotas, esas risas que Sonia nos ha arrancado a todos. Madre mía!!!! Es la única persona que te puede contar con tanto salero cómo se rompió la nariz! Creo que compartimos la alegría de verla FELIZ, cuidada y querida por Carlos y Mario.
    ...por cierto, creo que el pájaro se llamaba Cirilo...
    (Me encantó estar con vosotros en su boda! besos)

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  4. Cirilo tampoco!! jajaja es Pililo!!!
    Pero Andresín fué otro, eso sí este no se disecó cuando pasó a mejor vida jejeje.
    Con vosotras es muy fácil poder reir y disfrutar, es lo mejor que conservo de mi... mis amigas/os!!!

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  5. Blanca, nunca tuve tanta suerte de ser "amiga de mis amigos". Sois otro de los tesoros que Sonia ha dejado en mi vida. En esa boda todo lo merecía, los novios, sus familias, los niños... y también el haber podido "compartir" aquella mesa con vosotros... en lo que pude. Porque en mi vida he hecho tantos kilómetros detrás de la enana, para la próxima boda me voy en deportivas.
    Cuando escribí de la "comuna" os quedastéis en el tintero,pero contaría ciega con vosotros... Sois para mí importantes, no tiene que ver lo poco que nos veamos y hablemos... con la intensidad de lo que os quiero.
    Así que era Cirilo... no sé de dónde me ha venido a mí Andresín.

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  6. Casi entre las dos hacemos uno.
    Porque a Pililo se parece más Cirilo...
    :DDDDDDDDDD
    Es que Pililo... no me extraña que lo hubierea borrado de mi mente.
    :DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

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  7. No conocía yo al poso de Sonia. Y ya casi ni a Sonia. No sé ni cuánto hace que no la veo .Hablar alguna vez (aunque sea por equivocación ¿verdad?). Nada, que un beso y que sabe que nos alegramos de su felicidad.

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  8. Os presento: Carlos, Carmen. Carmen, Carlos.
    Para la próxima a ver si nos tomamos un chisme juntos.

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