Para bien o para mal, por distintas circunstancias, en esta vida me ha tocado algún que otro peregrinar. Ello ha conllevado el tener que despedir, recibir, conocer gente... algunas de estas personas me han concedido el privilegio de considerarse mis amigos... y muchos, aún hoy, siguen siéndolo.
Gracias por estar ahí.

sábado, 4 de mayo de 2013

Por favor...¡Qué alguien me diga que no soy la única!



Las cinco de la tarde. 
Definitivamente, de hoy no pasa, voy a limpiar la jaula de Ratón. Debe hacer ya más de una semana que murió. La bajé al sótano, por higiene básica y para ayudar a algunas a esquivar los recuerdos.

Las peques están entretenidas, voy para abajo.

Este tufo… ¡Claro, una meada de Chusta! ¡Un día de éstos la estampo!

Yendo a por la fregona me tropiezo con el montón de la ropa sucia. La verdad que no pensaba hacerlo ahora pero, ya que estoy aquí, pondré la lavadora. Con ropa de color. ¡Andá! Pues recuerdo que tengo arriba el pantalón negro, ese que no me  pongo desde hace días porque está sucio pero siempre se me olvida echarlo a lavar. Iré a por él.

Al pasar por la cocina pienso: Estas niñas… No han merendado. Al final se nos junta con la cena. ¡Chicas, lavaos las manos! ¡A merendar!

Pero Luisa ya tuvo esa idea, se ha lavado las manos,
la cara,
el pelo,
los brazos hasta el codo
y lo que le sobresale de la barriga.
La Barbie desnuda que le acompaña está enjabonada de los pies a la cabeza.

Pues dejaremos escurriendo la muñeca y cambiaremos la ropa a Luisa. Pero al llegar a su habitación… las camas sin hacer y hoy no he ventilado. Al final se nos hace de noche. ¡Pues venga, si son cinco minutillos!

En lo que la peque busca una camiseta saca ocho y, sin querer quererlo, se le caen al suelo otras seis. Doblamos y las guardamos... Por cuarta vez esta semana.

¡Hala listo, vamos para abajo!

Julia se acuerda de que necesita una cartulina y un papel pinocho violeta. Lo tenía que haber llevado al Cole anteayer.
Merendaréis por el camino que nos vamos.

¿Qué hay en la alfombra? ¡Vaya, Ratulí se comió otro playmobil! ¡Raaaatu, eso no se hace! El pobre muñeco está insalvable y babeado.Arrrrg...

Y en esta basura no cabe un alfiler. La ato y, ya que salimos, la tiro.

Esperad chicas que me lave las manos.

Luisa… te pusiste los zapatos al revés. Por favor Julia, ayúdala mientras cierro a los perros en la cocina que sino Chusta se sube al sofá. ¡Sí la hubiera estampado ya un día de aquellos!

Ya que he vuelto a la cocina, sacaré del congelador un poco de bacalao para cenar esta noche. Podría ser en salsa verde. A ver si quedan ajos…Uf,  una cebolla y dos naranjas pochas que se van de viaje con el playmobil.

Esperad chicas que me vuelvo a lavar las manos.

Que no salgas sin el abrigo…

Ir a la papelería con ellas, aunque tan solo sea para comprar una miserable chincheta, es echarle mínimo una horita. Paciencia.

Pues, a la vuelta, entre deberes, llamadas de teléfono,  cena, aseos, sacar a los perros, leer cuentos, tender la lavadora, fregar el reseco pis de Chusta y contestar whatsapps,  nos da la hora de acostarnos y…Otro día sin abrir mi blog.

A todo esto tenemos una rutina perfectamente caótica, repleta de amigos, visitas, manualidades, recados y contratiempos que son el motor de nuestra existencia.

La verdad, Ratón, que para ver tu casita ahí, día tras día, tal cual la dejaste, preferiría que te hubieses quedado dentro. Eras otro trabajito más pero hay muchas labores que, verdaderamente, terminan siendo una alegría.

Aburrida rutina, donde sea que habites, con tus horas y tiempos cuadriculados, allí te puedes aposentar. En nuestra vida, por ahora y por algún tiempo, creo que no vas a tener lugar. No sabes cuanto lo siento.
Jijijiji.


2 comentarios:

  1. ¿Y Ratón quien era? ¿Tu hámster o algún bicho raro de los tuyos?

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  2. Ostras... y yo tocándome los huevos en el trabajo!!!

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