Para bien o para mal, por distintas circunstancias, en esta vida me ha tocado algún que otro peregrinar. Ello ha conllevado el tener que despedir, recibir, conocer gente... algunas de estas personas me han concedido el privilegio de considerarse mis amigos... y muchos, aún hoy, siguen siéndolo.
Gracias por estar ahí.

martes, 8 de noviembre de 2011

Ser madre ...no es tan fácil. O quizás sí.

Nunca llegué a ver su vestido de novia, nada más en el blanco y negro de las fotos. Se lo regaló a mi primo Juan para que la minuciosa tía Ignacia le confeccionara  un disfraz de arlequín. 

Mi madre es especial. No es la primera vez que lo escribo.
Si, ya lo sé, todas las madres para cada cual,  lo serán. Pero la mía os aseguro que lo es de verdad.

Por lo mismo, no puedo dejarme en el tintero el dispensar ánimos a los tres hombres más importantes en su vida, que acatan raudos y pacientes sus locuras y ventoleras. Ella no deja de ser un torbellino que arrasa todo lo que toca. Mi padre, que a más o a menos regañadientes vive  por y para ella. Mi hermano, que por ser el que más la disfruta, termina siendo también quien más la sufre ¡Afortunado! Y su único yerno, que dispone de suegra para reír, llorar y... sobre todo, desesperar. Pobretito Jordi.

Ella siempre ha estado a mi lado y nunca me ha fallado. Generosidad brutal.
Aglomera alegría, optimismo, sonrisas... y ha contagiado ganas de vivir a los que se hayan arrimado. Lo quisieran o no.

Su paciencia conmigo ha sido suficientemente probada, nunca me ha gritado, ni me ha pegado ninguna cachetada a tiempo, ni a destiempo, no recuerdo tampoco chantajes, ni amenazas. 

Me ha soportado incluso escuchándome leer (para que no me durmiera) en una sola noche el Lazarillo de Tormes...Purgando una pena que a ella no le correspondía...Por mi insensata costumbre de dejar todo para el final... ¡Qué atracones de noches estudiando, sin dormir, me he llegado a pegar en los febreros de facultad!

Me ha soportado en plena adolescencia diciéndole yo que me iba de casa, que me quería tomar un año sabático, echándome un novio a los catorce, esperándome despierta (y de buen humor) cada vez que salía hasta las mil...

Le hechizan los niños, siempre tiene un tiempo, un espacio, un guiño, una palabra bonita para ellos…y ha regalado muchos de mis juguetes, sin mi consentimiento, en cuanto ha visto que a algún pequeño se le iluminaba la mirada al verlo.

De hecho, sólo recuerdo (desde mi adultez) haber pasado una racha regular, muy punzantes las dos: El año que siguió al nacimiento de Julia. 

Y todo porque si yo era Mamá-loba: Aprendiendo, leyendo, reconstruyéndome continuamente a mí misma…Ella era Abuela-leona.
Muchos días rugían las fieras:
-“Pero mamá...¡Qué es mi hija!, ¿Crees que no pongo todo mi empeño en evitar su mal?”- 
Recordarla  como leona quizás sea poco.

Sus nietas ahora ocupan casi todo su mundo, pero… No os pongáis pelusones, en su mundo todavía cabemos muchos.

A veces dudo…Si es tan alegre, si disfruta tanto con la crianza… ¿Por qué nunca me animó a ser madre? 
Y otras veces lo siento claro: Porque me adora, me quiere hasta la sinrazón…desea mi paz interior, una vida fácil para mí.

Ya lo entiendo mamá, porque ser madre es cansino, es lo más cansino que me he echado jamás a la espalda, porque es la prueba más dura, sin duda. Sin descanso ninguno.
Porque no soy capaz de avanzar absolutamente nada en casa, sin escuchar al minuto: “Mamaaaaaá….esto” o “Mamaaaaaá…aquello”.

Porque educar, como tú lo hiciste, me lleva a sacar humo por las orejas, pensando en la alternativa al autoritarismo-cutre-barato. Casi no puedo, se agota mi paciencia, se vencen mis cimientos, levanto la voz, negocio…por no decir chantajeo o amenazo. Y entonces entro en mi propia rueda, en la que me he creado yo solita y de la que, curiosamente, me cuesta tanto salir. 

Cambia mi viento y finalmente… todo se compensa, 
con una mirada, 
una sonrisa torcida, 
un abrazo, 
un torpe beso, 
el compartir de un secreto, 
el leer juntas la carta de amor que le ha escrito ese compañero de clase (al que, aparentemente, sólo le importaba el fútbol), 
una frase infantil mal dicha, 
unos comestibles berretes de chocolate…

¡Ven Hada madrina!, ¡Puedes salir Genio, de tu lámpara! Que no os pienso pedir ser más alta o delgada, ni unas piernas largas siempre depiladas, ni que dejen de crecer las verrugas de mi nariz, ni ningún otro capricho tonto.

Sólo quiero una mijita más de paciencia, de alegría para compartir con mis niñas.
Sólo eso, un grabador de recuerdos para que mis hijas puedan quedarse con que tuvieron esa educación alegre que no las llevó a intentar ser  las más guapas, ni las más competitivas, ni las más adineradas, ni las más temidas, ni las más mandonas, ni las más voluntariosas,ni las más prolijas, ni las más limpias en su casa…

Que puedan ser capaces de sentirse impredecibles a la vez que responsables, de elegir su camino para respetar, valorar, admirar y cuidar su entorno y a los que las rodean. Que consigan tener los mejores amigos y la pareja que las admire, comprenda y apoye hasta el infinito y más allá. 
Porque no hay tesoros más poderosos que la autoestima verdadera y la suerte de toparte en tu camino con las personas que formen esa tribu, que con sus defectos y virtudes te arropen siempre, hasta en las decisiones más difíciles… Cuando en un arrebato de locura se les pueda ocurrir incluso hasta ….tener, conscientemente, un hijo… o dos.

Lo sé madre, "lo más difícil que te ha tocado hacer en esta vida es educar a tus hijos". Pero creo que tienes la prueba superada. No imagino poder tener mayor fortuna que la tú has conseguido, que tus hijos seamos realmente transparentes para ti, que te hablemos sin tapujos, que confiemos ciegamente es tus consejos, que te llamemos a cada duda, en cada alegría y en cada tristeza.

Quizás ser madre no sea tan complicado, espero llegar a cogerle el truquillo. Aprender a amar, con los ojos bien abiertos, sólo es el principio. Llegar a lucir en mi corazón la tolerancia más rabiosa y pura es mi meta personal. "Dadme otras madres y os daré otro mundo" , decía San Agustín...


10 comentarios:

  1. Probablemente tu nunca te conceptuarás como la madre que realmente has sido, pero tus hijas serán las que reconocerán tus maravillas y se desesperarán por no sentirse a la altura de su Mamá. Querrán hacerlo tal y como retienen en sus recuerdos y siempre sentirán la sensación de que no llegan ; Esos recuerdos, que habitarán en sus cabecitas, les servirán , como a tí ahora los tuyos, para comparar y medir todo lo que venga y de vez en cuando echarse una siestecita al abrigo de su sombra.
    Ahora tu quieres traspasar a tus hijas todas tus enormes sensaciones y recuerdos como un calco, con el ansia de que no se pierda nada por el camino, pero no puedes; has de forjar unas sensaciones nuevas, que sólo pertenecen a ellas y a tí. No son comparables, pero si los comparásemos y tal vez sin tu saberlo, fueran mejores. Juegas con la ventaja de tener una buena Maestra y de ser buena Alumna.
    Gracias por la entrada. Es fantástica.

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  2. un besazo para tu madre!! (y por su supuesto para vosotros) (no se si se acuerda ya de mi :-)

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  3. Pues un cachete a tiempo no te habría venido mal, je je je je

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  4. ¡eS QUE LA SEÑÁ PALOMA ES MUCHO SEÑÁ PALOMA! UN BESO PARA LA MADRE Y LA HIJA Y LAS ESPÍRITUS SANTOS (TAMBIÉN PARA EL HOMBRE DE LA CASA, CARAMBA!)

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  5. Mamá de chiquininis, a mí lo que me encanta es tu visita por aquí.

    Jordi, que te puedo decir...Gracias por tanto...

    Konan: Si no eres quien yo pensaba...¿Quieeeeen ereeeeees?

    Ay, Santi. Cuando te vea, te voy a dar un capón... que tampoco te vendrá tan mal;-) Un besote para los tres.

    Es verdad Carmen, estos hombres son los grandes olvidados. Saludos a todos.

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  6. Tu madre no te seguirá por estos lares... pero la describes perfectamente. Disfrutala y sientete orgullosa porque las dos poneis el liston de MADRE muy alto. besssssssssssss a tosssssssss
    ConchaS

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  7. Sí me lee, pero nunca escribe nada.
    Mi padre hace tiempo escribió un largo comentario que se le acabó por borrar... y del cabreo no lo ha vuelto a intentar el pobre. Besos a todos.

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  8. Alejandra, ¡ Qué difícil nos es decir gracias a nuestra madre, y más si somos hombres.! Tú lo haces tan bien.Nunca podemos devolver todo lo que recibimos de los padres, sólo podemos intentar que fluya esa energía hacia nuestros hijos. Sólo así . !Pero es tan importante decir gracias, ojala, pueda hacerlo yo de corazón . UN beso. Antonio http://espirituyenergia.blogspot.com

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  9. No dejes de hacerlo Antonio. Sácatelo y compártelo, sobre todo con tus padres.
    Un abrazo.

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