Para bien o para mal, por distintas circunstancias, en esta vida me ha tocado algún que otro peregrinar. Ello ha conllevado el tener que despedir, recibir, conocer gente... algunas de estas personas me han concedido el privilegio de considerarse mis amigos... y muchos, aún hoy, siguen siéndolo.
Gracias por estar ahí.

jueves, 1 de septiembre de 2011

A de-man-da.

Pues no, no me considero ninguna radical; ni ninguna talibana de la teta; ni he ingresado en ninguna secta en la que sólo bebemos leche humana; ni estoy en contra del resto del mundo; ni le sigo dando el pecho a Luisa porque tenga miedo de perder nada; ni deseo que ella, por eso, siga dependiendo de mi; ni tengo por ello la intención de que nuestro vínculo sea aún más especial...No.

Pero hay días en los que me caliento.
Estoy harta de seguir leyendo en panfletos de supuesto prestigio que sí, que en la lactancia materna se ofrece el pecho a demanda (¡Vaya, pues mira que bien!) Pero… no antes de que hayan pasado dos horas desde la última toma, pero no más de 10 minutos de cada pecho...
¿Quién intenta tomarme el pelo?

¿Es que el resto de la humanidad no pondría el grito el en cielo, si en los botes de leche de fórmula pusieran una errata: Añadir un cacito de estos polvos a 30 ml de agua además de media guindillita machacada?

Claro, esto sería perjudicial para la salud del bebé... Pero sobre todo se cargaría esta lactancia de cuajo. Cualquiera  preferiría tomarse un soso vaso de agua antes que un solo sorbo de ese mejunje, por mucho que alimentase.

Entonces ¿Por qué debo yo callarme cuando leo y escucho erratas tan determinantes para acabar con la buena alimentación de un bebé lactante? Llamadme lo que queráis pero sé que esta vez estoy, simplemente,  en la posición más razonable.

Para que una lactancia sea exitosa, además de muchos otros detalles, no debemos olvidarnos de mandar muy lejos al reloj y sobre todo mandar a tomar viento fresco a los que insisten en recordarnos que existe (¡Qué plastas!) con frases como estas:

-¿Pero no acaba de tomar hace 10 minutos? Se le va a cortar la digestión si vuelve a comer- (-¿Y tú? ¿No te acabas de tomar el aperitivo y ahora vas a comer? Vaya...pues ahora no te toca-)
.
 -Se te ha dormido a la teta… ¿No le tendrías que echar en su cuna?- (Lo mejor para estos casos es ni siquiera tener el artilugio- ¿Qué lo deje dónde?-)

-Hija, estás esclavizada… No te deja hacer nada.- (-Mientras que os deje hacerlo a los demás no vamos mal. Ya que has venido podrías echar un cable- De todos modos nada mejor que manejarse con los trapos y los nudos…Hay mujeres, en el resto del mundo, que así, desempeñan labores mucho más tediosas y complicadas que las nuestras)

¡Mujer, abre los ojos! ¡Confía! Confía en ti misma. Haz lo que te dicte el corazón. Dale una buena patada al reloj. No dudes nunca de tu bebé, él sabe cuando y cuanto te necesita.

Sí, dar el pecho es diferente. Lo cambia todo.
Tú vida será distinta cuando tengas un hijo pero no sólo si toma de tu leche, sino (si tú lo quieres disfrutar) en cualquier circunstancia, por siempre.









8 comentarios:

  1. Ale, vaya genio, qué carácter, claro, tal día como hoy, en 1939, empezó la Segunda Guerra Mundial.

    ResponderEliminar
  2. LLevas toda la razón. Es así, es una realidad. Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Halaaaa!!! cómo estás hoy???

    Muy buena tu reflexión... si se tiene hambre o si se tiene sed, porqué no tomarse algo, o en el caso de un bebé, porqué no ponerlo al pecho??

    Muchos besos y cuidaros muchoooo!!!

    ResponderEliminar
  4. Nunca te escribo nada y últimamente no he tenido tiempo ni de leerte, pero hoy, que tengo a la family dormida he sacado un ratito y, a pesar de la vergüenza que me da que me lean no me queda otro remedio que escribir porque necesito decirte que estoy orgullosa de ti.

    ResponderEliminar
  5. Santi, yo de historia no estoy tan puesta (por eso no he vuelto a jugar al Trivial contigo ;-)
    Lo mismo es que tal día como hoy hace 28 días mi ciclo se repetía ¡Para que quiero yo un reloj!

    Gracitata, es tan real que hace un mes le dieron a Luisa en la guardería un panfleto tal cual os cuento. No comprendo como es permitido que esa información, sobre todo por escrito, siga circulandopor ahí.

    Chica de las Flores, ¡He vuelto! La vuelta al cole no es sólo para los niños. Hoy tengo la primera reunión del nuevo cole de Luisa.
    La verdad es que es como tú dices, la demanda de pecho, biberón o brazos no depende sólo del hambre o la digestión.
    Además la leche del pecho cambia su composión, por ejemplo, según sea del princio o del final de la misma tetada. Hay mucho por explicar. Pero me hubiera salido un libro, en vez de una entrada. Para informar deberían estar los panfletos de los que hablo. Y no para divulgar ideas que consiguen acabar con la lactancia de tantas madres recién paridas.

    ResponderEliminar
  6. Esther, la amistad tantas veces es un espejo. Lo que yo te admiro, el orgullo que me invade al verte así... No me cabe en el corazón. Lo sabes.
    Os echamos mucho de menos.

    ResponderEliminar
  7. Muy buena reflexión, me ha encantado. Si es que los adultos comemos y bebemos cuando queremos. es más, estamso sobrealimentados y después pretendemos que nuestros hijos coman cómo y cuando a nosotros nos conviene.
    Y las respuestas, jejeje, me guardo alguna para los comentarios inoportunos

    ResponderEliminar
  8. Si es verdad los adultos nos atiorramos como gochos... y a cualquier hora. Y que nadie nos diga nada, que mordemos.

    ResponderEliminar

Me interesa tu opinión. Por faaaaaa... Deja tu comentario: