Para bien o para mal, por distintas circunstancias, en esta vida me ha tocado algún que otro peregrinar. Ello ha conllevado el tener que despedir, recibir, conocer gente... algunas de estas personas me han concedido el privilegio de considerarse mis amigos... y muchos, aún hoy, siguen siéndolo.
Gracias por estar ahí.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Verídico.

Cada mañana (trempanito, trempanito)  voy escuchando una ensalada de emisoras de radio, divago principal y casi exclusivamente entre dos: 

RNE, donde Juan Ramón Lucas me hace topar con la cruda realidad. Es la primera que conecto y cuando ya se ponen a roer el maltrecho hueso de la economía y la política me piro a Cadena Cien y escucho a Javi Nieves,  Mar Amate y a Jimeno -con los niños-.

"Buenos días Javi Nieves" es muy  escuchable (Aunque se pasan dando publicidad a una conocida marca de leches de fórmula y papillas,  le  ríen alguna gracia al "conductismo-fashion" y  son la rama musical de un conocido grupo de radio con el que comulgo cero -lo que normalmente se les nota poco-).

En todo caso levantan el ánimo a cualquiera. Es un programa despertador apto para todos los públicos.
Porque en otros,tristemente,  he escuchado cada una...Desde alegres y claras alusiones al divertimiento con el consumo de drogas hasta el testimonio sexual de una niña de 19 años que a la salida de una discoteca, borracha perdida, termina con las rodillas heridas al posicionarse a cuatro  patas para follar en un callejón con el chulo de turno (Al que acababa de conocer)  Porque ella -explicaba- no es una calientapichas de las que luego no llegan hasta el final (Literal)...Y omito los comentarios de los presentadores del programa aquel día...En fin, nada que no hayáis oído ya... Pero a una hora que van muchos peques en el coche...Y lo mismo les puede dar por pensar que la salud y la libertad sexual se cobijan en casos como este o que ponerse hasta las cejas de pastillas debe ser una chulada. 

No sé, quizás me salga una vena retro. Pero a mí, éticamente, no me parece lo más correcto. No es la imagen de la droga y del sexo que yo divulgaría entre los menores.

Esta vez sí que me columpio por las ramas y al final, lo que quería, no os lo cuento. 


Otro colaborador de Javi Nieves, que creo recordar se llama Dani, da las noticias y siempre acaba con alguna chorrada del tipo: “Los estudios de una universidad, de no sé donde,  dan  una explicación a por qué los hombres no pueden hacer más de una cosa a la vez.”
 
Pero un día, de la semana pasada, esta última noticia fue así:

No-sé-que encuesta revela que las mujeres, hoy, no eligen a sus parejas por... “

No retuve el motivo ni quienes han hecho el estudio, porque estaba ya algo desconectada de la bobería. Casi volviendo a Radio Nacional.

“...Sino que eligen al compañero que les muestre su apoyo en el desarrollo de sus carreras elegidas...“

Puse de nuevo la antena: ¡Ya estamos! - Pensé- 
¡Siempre con las carreras profesionales a cuestas para poder considerarnos listas, admiradas y liberadas!

Pero Dani siguió hablando: 

“Como, por ejemplo... Trabajar  en casa al cuidado de sus hijos.”

¡Tomate! De piedra. 

La noticia más relevante de la mañana; en nuestros días, la más revolucionaria... Soltada como un suspiro, pasando de puntillas y relegándose a un rincón de un jocoso programa matutino.

Aunque puntos de vista hay muchos y, como tantos, opiniones.
Lo mismo me hubiera gustado más escucharlo en la SER.
Y sobre todo pensar que ésto lo pudieran comprender, sin poner a nadie el cartel de Neo-machista, gente como Elvira Lindo.

Sin más comentarios. Otra canción.

Pero yo lo he escuchado, lo he analizado, lo he interiorizado y, lo más importante, la he compartido o, por lo menos, eso  he intentado.

¡Pensadlo bien! ...Masculinizarnos puede que no  sea el  único camino.
Lo verdaderamente importante es poder tener en nuestras cabezas la capacidad de, libremente,  decidir;
en nuestras manos la capacidad  de alcanzar lo que elijamos
y a nuestro lado poder contar con quienes nos escuchan e, incondicionalmente, nos apoyan.

martes, 8 de noviembre de 2011

Ser madre ...no es tan fácil. O quizás sí.

Nunca llegué a ver su vestido de novia, nada más en el blanco y negro de las fotos. Se lo regaló a mi primo Juan para que la minuciosa tía Ignacia le confeccionara  un disfraz de arlequín. 

Mi madre es especial. No es la primera vez que lo escribo.
Si, ya lo sé, todas las madres para cada cual,  lo serán. Pero la mía os aseguro que lo es de verdad.

Por lo mismo, no puedo dejarme en el tintero el dispensar ánimos a los tres hombres más importantes en su vida, que acatan raudos y pacientes sus locuras y ventoleras. Ella no deja de ser un torbellino que arrasa todo lo que toca. Mi padre, que a más o a menos regañadientes vive  por y para ella. Mi hermano, que por ser el que más la disfruta, termina siendo también quien más la sufre ¡Afortunado! Y su único yerno, que dispone de suegra para reír, llorar y... sobre todo, desesperar. Pobretito Jordi.

Ella siempre ha estado a mi lado y nunca me ha fallado. Generosidad brutal.
Aglomera alegría, optimismo, sonrisas... y ha contagiado ganas de vivir a los que se hayan arrimado. Lo quisieran o no.

Su paciencia conmigo ha sido suficientemente probada, nunca me ha gritado, ni me ha pegado ninguna cachetada a tiempo, ni a destiempo, no recuerdo tampoco chantajes, ni amenazas. 

Me ha soportado incluso escuchándome leer (para que no me durmiera) en una sola noche el Lazarillo de Tormes...Purgando una pena que a ella no le correspondía...Por mi insensata costumbre de dejar todo para el final... ¡Qué atracones de noches estudiando, sin dormir, me he llegado a pegar en los febreros de facultad!

Me ha soportado en plena adolescencia diciéndole yo que me iba de casa, que me quería tomar un año sabático, echándome un novio a los catorce, esperándome despierta (y de buen humor) cada vez que salía hasta las mil...

Le hechizan los niños, siempre tiene un tiempo, un espacio, un guiño, una palabra bonita para ellos…y ha regalado muchos de mis juguetes, sin mi consentimiento, en cuanto ha visto que a algún pequeño se le iluminaba la mirada al verlo.

De hecho, sólo recuerdo (desde mi adultez) haber pasado una racha regular, muy punzantes las dos: El año que siguió al nacimiento de Julia. 

Y todo porque si yo era Mamá-loba: Aprendiendo, leyendo, reconstruyéndome continuamente a mí misma…Ella era Abuela-leona.
Muchos días rugían las fieras:
-“Pero mamá...¡Qué es mi hija!, ¿Crees que no pongo todo mi empeño en evitar su mal?”- 
Recordarla  como leona quizás sea poco.

Sus nietas ahora ocupan casi todo su mundo, pero… No os pongáis pelusones, en su mundo todavía cabemos muchos.

A veces dudo…Si es tan alegre, si disfruta tanto con la crianza… ¿Por qué nunca me animó a ser madre? 
Y otras veces lo siento claro: Porque me adora, me quiere hasta la sinrazón…desea mi paz interior, una vida fácil para mí.

Ya lo entiendo mamá, porque ser madre es cansino, es lo más cansino que me he echado jamás a la espalda, porque es la prueba más dura, sin duda. Sin descanso ninguno.
Porque no soy capaz de avanzar absolutamente nada en casa, sin escuchar al minuto: “Mamaaaaaá….esto” o “Mamaaaaaá…aquello”.

Porque educar, como tú lo hiciste, me lleva a sacar humo por las orejas, pensando en la alternativa al autoritarismo-cutre-barato. Casi no puedo, se agota mi paciencia, se vencen mis cimientos, levanto la voz, negocio…por no decir chantajeo o amenazo. Y entonces entro en mi propia rueda, en la que me he creado yo solita y de la que, curiosamente, me cuesta tanto salir. 

Cambia mi viento y finalmente… todo se compensa, 
con una mirada, 
una sonrisa torcida, 
un abrazo, 
un torpe beso, 
el compartir de un secreto, 
el leer juntas la carta de amor que le ha escrito ese compañero de clase (al que, aparentemente, sólo le importaba el fútbol), 
una frase infantil mal dicha, 
unos comestibles berretes de chocolate…

¡Ven Hada madrina!, ¡Puedes salir Genio, de tu lámpara! Que no os pienso pedir ser más alta o delgada, ni unas piernas largas siempre depiladas, ni que dejen de crecer las verrugas de mi nariz, ni ningún otro capricho tonto.

Sólo quiero una mijita más de paciencia, de alegría para compartir con mis niñas.
Sólo eso, un grabador de recuerdos para que mis hijas puedan quedarse con que tuvieron esa educación alegre que no las llevó a intentar ser  las más guapas, ni las más competitivas, ni las más adineradas, ni las más temidas, ni las más mandonas, ni las más voluntariosas,ni las más prolijas, ni las más limpias en su casa…

Que puedan ser capaces de sentirse impredecibles a la vez que responsables, de elegir su camino para respetar, valorar, admirar y cuidar su entorno y a los que las rodean. Que consigan tener los mejores amigos y la pareja que las admire, comprenda y apoye hasta el infinito y más allá. 
Porque no hay tesoros más poderosos que la autoestima verdadera y la suerte de toparte en tu camino con las personas que formen esa tribu, que con sus defectos y virtudes te arropen siempre, hasta en las decisiones más difíciles… Cuando en un arrebato de locura se les pueda ocurrir incluso hasta ….tener, conscientemente, un hijo… o dos.

Lo sé madre, "lo más difícil que te ha tocado hacer en esta vida es educar a tus hijos". Pero creo que tienes la prueba superada. No imagino poder tener mayor fortuna que la tú has conseguido, que tus hijos seamos realmente transparentes para ti, que te hablemos sin tapujos, que confiemos ciegamente es tus consejos, que te llamemos a cada duda, en cada alegría y en cada tristeza.

Quizás ser madre no sea tan complicado, espero llegar a cogerle el truquillo. Aprender a amar, con los ojos bien abiertos, sólo es el principio. Llegar a lucir en mi corazón la tolerancia más rabiosa y pura es mi meta personal. "Dadme otras madres y os daré otro mundo" , decía San Agustín...